La digitalización de sectores que muchos nunca imaginaron

 

 

Lo reconozco. Soy una de esas personas que han sucumbido a la moda del pan artesanal. Despertarse y desayunar una tostada de pan de centeno y nueces con masa madre no tiene precio. Bueno si, cuatro y hasta cinco euros… si me dicen hace unos años que voy a pagar eso por un pan, no me lo creo.

Sin embargo, esta afición me creó desde sus inicios un “problema del primer mundo”: cuando salía de trabajar y llegaba a la tienda, todos los panes que me gustaban se habían acabado. ¿Iba a tener que postergar mi compra para el fin de semana? Como sucede con casi todo, decidí salir de dudas a golpe de clic: “Comprar pan de masa madre”. Y ahí estaba la hogaza, poniéndome ojitos para añadirla a la cesta y poder disfrutar de ella unas horas después.

Gracias a la digitalización, ahora es posible dar respuesta a las nuevas demandas del consumidor, ya sean parecidas o muy diferentes a la situación que acabamos de describir. Tras detectar la necesidad de un determinado segmento de cliente, las empresas pueden ofrecer una nueva propuesta de valor aprovechándose de las herramientas de la transformación digital. Con un índice de penetración de Internet en nuestro país por encima del 90%, es lógico pensar que a estas alturas prácticamente ningún sector ha escapado de la digitalización.

Según el informe Digital en 2019 España, el 65% de la población dentro de nuestras fronteras realiza compras y/o paga facturas online, siendo el sector de moda y belleza el que lidera el gasto en compras a través de la red con un importe de 3.886 millones de euros durante el año 2018.

Pero cuando pensamos en digitalización y cómo poder generar más negocio, no solo debemos quedarnos en el modo de poner a la venta bienes de consumo. Tal y como comentábamos en un post anterior,  la transformación digital implica todo un proceso de reorganización de los métodos de trabajo y de estrategias para obtener mayores beneficios mediante las nuevas tecnologías.

Un buen ejemplo lo encontramos en un sector tan tradicional como es el legal, el cual está viendo cómo la digitalización está cambiando el funcionamiento y gestión de los despachos para adaptarlos a los nuevos modelos de negocio. Además, pese a que pocos lo hubieran imaginado un tiempo atrás, el mercado jurídico está presenciando el surgimiento de nuevos y exitosos modelos de negocio impulsados por startups, que han sabido ofrecer un servicio «que los clientes necesitaban y no les ofrecían los despachos tradicionales.«

Saber identificar las necesidades no satisfechas en cualquier sector y poner a funcionar la maquinaria, haciendo uso de las posibilidades que la era digital pone a nuestra disposición, sentará las bases para crear o cambiar un producto con potencial de crecimiento. No sabemos qué modelo de negocio con base digital será el próximo en sorprendernos, pero si hay algo seguro es que creará nuevos puestos de trabajo y la demanda de nuevos perfiles profesionales.

 

Por Amaia Rodríguez Gómez

 

 

 

 

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