Finalmente España y Madrid han cogido el relevo de Chile para albergar la Cumbre del Clima (COP25) y en lo que llevamos de semana muchos han sido los temas que se han tratado, pero con un mensaje común en todos ellos. A pesar de los esfuerzos de los países comprometidos, de las medidas internas y de los acuerdos internacionales como el Acuerdo de París en 2015, no se está haciendo lo suficiente.
Según datos de la ONU, los gobiernos del mundo se van a quedar muy lejos de su objetivo de que el planeta «solo» suba 1,5 grados de temperatura media y Madrid es el lugar donde ofrecer soluciones a un problema cada vez más grande.
Algo ha cambiado en esta cumbre. Los gobiernos miran a la cara a un problema que muchos habían obviado durante los últimos años y sus propuestas cada vez son más ambiciosas. Con la ayuda de activistas y famosos la sociedad está cada vez más implicada y esto hace que las medidas políticas sean mayores. Como indica el lema de este año, la sociedad sabe que es el tiempo de la acción.
El Acuerdo de París flota en el ambiente de la cumbre. Cuatro años después de su firma, estamos a solo un año de que entre en vigor. A día de hoy parece imposible cumplir su propósito, pero las grandes ciudades están cada vez más involucradas en las medidas contra la contaminación. La llegada de animales (como mosquitos) y enfermedades (como el Dengue) a lugares donde antes no había, ha hecho reaccionar también a la población, que es quien puede presionar a los gobiernos.
El sempiterno debate de la energía también está presente en Madrid. La economía sostenible va haciéndose un hueco poco a poco en nuestro día a día, pero todo hace indicar que el petróleo, carbón y gas seguirán siendo el combustible del futuro. A pesar de que otras energías como las renovables o las plantas de incineración ya son una realidad en muchos países, este también es un largo camino por recorre.
Pero si algo está quedando claro en esta COP25 es que es la sociedad la que tiene el poder de cambiar las cosas. No solo con los pequeños gestos, muchos pocos hacen mucho, sino con la presión en forma de manifestaciones. La ONU lleva celebrando cumbres del clima desde finales del Siglo XX y no ha sido hasta ahora cuando la sociedad ha salido a la calle. La ciudadanía está cada vez más concienciada, reciclaje, sostenibilidad, futuro… En la cumbre del clima se habla de muchos temas, pero todos responden a las exigencias de una sociedad que quiere salvar el planeta.