El Diccionario de la Lengua Española define ‘extranjerismo’ como ‘Afición desmedida a costumbres extranjeras’ o ‘Préstamo, especialmente el no adaptado’. En el caso de nuestro uso cotidiano (oral o escrito), la realidad de los extranjerismos cotizan al alza en un mundo cada vez más globalizado y conectado, más aún con todo el desembarco propio de las redes sociales, los videojuegos, etc (‘chill’, ‘hype’..). En el aspecto profesional, no nos resulta raro programar una ‘call’ para repasar un ‘briefing’, en lugar de programar una llamada para hablar sobre un resumen o propuesta.

El trabajo de la comunicación (y del marketing, y de la publicidad) se centra en trasladar la esencia del trabajo de sus clientes, instituciones, marcas, productos, etc. que, a través de los medios, se presentan en sociedad (o, en el caso de la interna, en las propias compañías). En medio de este círculo repleto de mensajes y acciones, el ansiado ROI, el retorno de la inversión, pide sitio, más aún en tiempos en los que internet y las redes sociales permiten afinar los datos. Buena comunicación, buena reputación… o así debería ser, en un flujo de números para determinar la conducta de

Si la comunicación se asienta sobre los criterios de utilidad, relevancia y veracidad, la tarea se vuelve más compleja en tiempos de sostenibilidad (como destaca un reciente informe de la UE, más de la mitad de las afirmaciones ambientales en productos europeos son “vagas, engañosas o infundadas”). A la hora de proceder con el ‘greenwashing’ (palabra ya con recorrido, creada en 1986 por Jay Westevel) de las acciones de una compañía, se debe tener cuidado con el lavado de los contenidos… sin llegar a la etapa del centrifugado, sin pasarse.

ESIC y DIRCOM han presentado el informe ‘Marketing y comunicación - Hacia una estrategia alineada en defensa de la marca y la reputación’, 30 páginas de recorrido por la necesaria confluencia entre dos departamentos empresariales en las que se resumen las opiniones de decenas de responsables de Marketing y de Comunicación de empresas de todos los tamaños, sectores e industrias de diferentes puntos de la geografía española (más entrevistas en profundidad con tres expertos en ambas áreas).

La Real Academia Española (RAE) y la Agencia EFE impulsan esta plataforma que cumplirá 20 años en 2025, para “la defensa del mejor uso de la lengua por parte de los medios de comunicación en español, especialmente en España y América”. La Fundación del Español Urgente (Fundéu) se creó en febrero de 2005 por el Departamento de Español Urgente de la Agencia EFE y en 2020, la Real Academia Española (RAE) y la Agencia EFE firmaron un acuerdo para relanzar la fundación con su denominación actual.

La gamificación ha llegado hace tiempo a la publicidad, al marketing, incluso a los Recursos Humanos. Como forma de hacer llegar mensajes o como forma de detectar, o promover, talento. Con 19 acepciones directas en el Diccionario de la Real Academia. Y, lógicamente, lo encontramos en la comunicación interna, como medio de participación, implicación, cohesión. La ‘jugabilidad’ puede ser productiva (eso sí, en un entorno de sana competitividad, sin que vuelen los cuchillos).

La consultora especializada en transformación digital Incipy comunica cada año su impresión sobre la tendencias en transformación digital, en línea con los objetivos de la compañía: “Crear valor para las personas, clientes y empleados, a través de tres palancas: experiencia de cliente, experiencia de empleados y cultura y organización Agile”.

En tiempos en los que ChatGPT impone, por la vía escrita, la base del ‘deja, que ya lo hago yo…’, el poder de palabra y la capacidad de comunicar se convierten en habilidades esenciales para contactar con audiencias, a partir de una persona y hasta las que sean necesarias. Diferentes técnicas y conceptos, y la práctica, nos preparan para captar la atención de nuestros receptores, para buscar y capturar el ansiado engagement.

Los españoles muestran gran interés y preocupación por los aspectos relacionados con la movilidad, como acredita el primer gran informe elaborado en España sobre este asunto, ya que se basa en los datos que han dejado nada menos que 9,5 millones de personas rastreadas en 2021 y 2022, gracias a sus búsquedas, interacciones en redes sociales y visitas a webs.